La cuerda floja – Instrucciones para la vida

Siempre me han llamado la atención los deportes en los que se evidencia el equilibrio como parte fundamental del éxito de los mismos, en especial el de caminar en la cuerda floja.
Me he encontrado con esta práctica en diferentes lugares, un circo, un teatro, un parque, al lado de un semáforo; en la puesta en escena, se evidencia un punto de partida y uno de llegada, entre los dos una cuerda medio tensa, que se convierte en el camino a transitar; al lado un hombre o una mujer dispuestos a desafiarse, a emprender un recorrido que para muchos puede resultar absurdo y peligroso, sin embargo, para estos deportistas puede ser la mejor manera de exaltar su pericia y lo que quizás ha significado años de práctica, de ensayo y error, que les han permitido desarrollar y, por lo tanto poner a prueba, su habilidad física y mental para lograr el objetivo.
Y ¿cuál es el objetivo? Ir de un punto a otro, caminando, en ocasiones con acrobacias, por una cuerda medio tensa medio floja, sin caerse. Creo que nadie ha logrado el objetivo al primer intento, así que, para mí, el objetivo es otro; es persistencia, determinación, es tener claro y tener presente el destino, arriesgarse a hacerlo y en consecuencia desarrollar la capacidad de caerse y levantarse para volver a intentarlo.
En este punto de la reflexión, me hago dos preguntas: ¿Qué pasaría si emprendiéramos nuestros proyectos y nuestros sueños como el caminar por la cuerda floja? y ¿Qué necesitamos para hacerlo? Hay tantas respuestas a estas preguntas como personas que decidan responderlas. Las respuestas que le doy a estas dos preguntas yo las veo como mis propias instrucciones para la vida, aquí te las comparto:
- Tener claro el destino al que quiero llegar y tenerlo presente; entendiendo como destino los anhelos profundos del corazón.
- Elegir el camino que quiero emprender para llegar.
- Soltar, soltar el resultado, el pasado, lo que me pesa y no me permite caminar. Para llegar a mi destino es necesario abandonar el lugar en el que estoy.
- Caerme, levantarme, equivocarme, ajustar el rumbo, avanzar y celebrar el aprendizaje de cada experiencia.
- Practicar, practicar y practicar, la práctica hace al maestro. Practicar todo, el amor, la generosidad, el poner límites, el decir no, el tener un tiempo para mí, practicar el hecho de vivir.
- Vivir presente cada instante, dar un paso a la vez; recordar que cada paso cuenta.
- Renovarme cada vez que lo considere necesario, la vida es movimiento y cambio constantes.
Ahora es tu turno, ¿Cuáles serían tus respuestas? ¿Cuáles serían tus instrucciones para la vida?
